Un día el cielo se puso gris, y decidís disfrutar de la ciudad con lluvia. Comprás Sudestada, la portada promete algunas intrigas sobre la muerte de Lorca. Te sentás en un bar, leer viendo como cae el agua mientras el aroma del café te invade en ese rincón de Buenos Aires, es impagable.
Que difícil todo, ya no importa su temor a los aviones, se destrozan los recuerdos de su fuerza titánica capaz de derrotar a los malos de un solo golpe, se diluyen sus infantiles peleas con aquel tierno loco, y la entrañable amistad con el señor del puro.
Ya no nos queda nada, exhibe orgulloso el delantal que tiene bordado su nombre, y se muestra dispuesto a vendernos la última mentira de llame ya!
Dude mucho en publicarlo, no sabía si era correcto hacerlos partícipes de este dolor, quizás era mejor permitirles continuar con sus vidas como si nada hubiese cambiado. Pero soy cobarde, y no soporto la tristeza en soledad....
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Es mas yo lo vi en un comercial de esos que te venden cosas.... U.U
ResponderEliminarUn horrour..
Se me cayo un ídolo
Es que los negros grandotes tenemos que rebuscárnosla para vivir, viejo, qué se piensan ustedes.
ResponderEliminarIgual, pobre Mr. T, se me pianta un lagrimón. De todas formas no es la primera cosa medio rara que hace...
oh my god.
ResponderEliminargran post.
ja, muchas gracias Flor!
ResponderEliminarLlegué tarde, pero llegué y dudo que a alguien le interese ya, pero esto me sacó mi primera sonrisa mañanera.
ResponderEliminarLucía F.