Andar en tren

Escapé de mi letargo, y anduve en tren. Ahora me gusta andar en tren, antes no me gustaba. Andar en tren puede ser un placer burgués, hoy tengo algunos placeres burgueses. Andar en tren no suele ser un placer para un trabajador, que viaja mal todos los putos días. Andar en tren es barato, y no porque el Estado sea bueno con los obreros que no encuentran placer en viajar en tren. Andar en tren es barato porque el Estado es bueno con los empresarios, y les asegura así, que sus trabajadores lleguen a destino. Los empresarios encuentran placer en pagar poco y lo pueden seguir haciendo, a sus empleados siempre les alcanza para andar en tren.


Me gusta andar en tren y también encontrar este graffiti, quiso la casualidad (o tal vez la intencionalidad de quienes lo pintaron) que esta suma de ideas quede plasmada debajo del nombre de Juan Bautista Justo.

Me gustan los días de lluvia


“El agua me gusta demasiado, incluso más que cualquier hormiga; la felicidad está toda amontonada en los días de lluvia”.

Un día pensé que lo escrito aquí arriba es todo lo que quisiera contar un sapo si pudiese escribir.

Aquí va mi esfuerzo por darle voz a estos seres incomprendidos.

Un consejo simple


He visto muchas películas en las que muestran como asesinan a alguien utilizando algún elemento tipo soga. La técnica parece sencilla, se toma a la víctima por detrás pasando alrededor de su cuello una cuerda, un cable, un cordón de zapato, o cualquier cosa similar. En la imagen que se ve aquí arriba podemos observar como el asesino aprovechó la cadena que une las esposas.
Más allá de los detalles, lo concreto es que aquel que está luchando por su vida mueve desesperadamente el cuerpo para liberarse de aquel que está luchando por su muerte, cabe aclarar que este segundo “su” refiere al primer “aquel” y no al segundo “aquel”, que se encuentra más próximo de este “su”. Es decir, quien lucha por su vida es la víctima y el que lucha por su muerte es el homicida, pero no por su muerte en el sentido de la suya propia, sino por la muerte de la víctima. Aunque en más de una ocasión puede que esto represente un ribete en la trama, puesto que es posible que quien ha logrado tener al otro por el cuello hasta aquí venía siendo el bueno, que es perseguido por el malo, y en el afán de luchar por su propia vida tiene que matar a su perseguidor. En estos casos cabría decir que quien ahorca está luchando por su vida, y el que recibe este trato dañino es quien lucha por su muerte, por la muerte del primero. Claro que de ser así, el cazador cazado estaría intentando salvarse, por lo que no sería inapropiado sostener que lucha por su vida, mientras el otro lo hace por su muerte, por la del cazador claro está. Esto complica todo aún más, ya que es acertado afirmar que ambos están luchando por su vida y por su muerte, por la propia y por la del otro, la propia en referencia de la vida, y la del otro respecto a la muerte.
Al que utiliza la soga lo nombraremos “S”, y el que es atacado por el cuello será mencionado a partir de aquí como “C”.
Bien, ahora que todo es más claro, vuelvo al centro de estas líneas, que devendrán en consejo sobre el final. La cuestión es que C sacude su cuerpo sin parar, oponiendo resistencia, hasta que S logra matarlo. Llegado este momento siempre sucede lo mismo, y es que S ya extenuado se relaja y libera a C de la opresión que lo llevó a la muerte.
Aquí viene mi consejo: si alguna vez alguien intenta matarte con una soga al cuello no pierdas el control, sacudí un poco el cuerpo como si estuvieses desesperado, pero sin desgastar demasiada energía. Es importante que no entres en pánico, podés sobrevivir un poco sin respirar, después de unos instantes dejá de moverte. El idiota que te esté ahorcando va a suponer que ya te mató y ahí nomás se va a relajar.
Con este consejo podés salvar tu vida al menos por un instante, pero no creo que el potencial asesino demore más de 5 segundos en darse cuenta que tu pecho se agita sin parar y que no estás muerto, es improbable que logres respirar despacio en esa situación.
¿Qué hacer en esos 5 segundos? Todavía no encuentro respuesta, pero la voy a encontrar, juro que la voy a encontrar. Y que la vida quiera que ningún loco intente ahorcarme, porque la va a pasar mal…muy mal.

De paso por mercedes

Detrás de esa puerta hay mesas
hay paisanos y visitantes
lo que no falta es el vino
y las ganas de macharse.

La barra es de tiempos viejos
a su lado el guitarrero
que hoy trajo dos compañeros
de los que saben cantar
uno bombisto a rabiar
y el otro bien de arrabal.

Llegan dos a visitar
se abrazan con los demás
y miran por todos lados
porque hay uno que no está.

El que falta es el pulpero
ya lo empiezan a contar
y nos volvimos testigos
de aquel relato fatal
es que Cacho ya no está
traigan ginebra nomás!

Que difícil todo....

Un día el cielo se puso gris, y decidís disfrutar de la ciudad con lluvia. Comprás Sudestada, la portada promete algunas intrigas sobre la muerte de Lorca. Te sentás en un bar, leer viendo como cae el agua mientras el aroma del café te invade en ese rincón de Buenos Aires, es impagable.
Pasa el rato y empezás a caminar por Corrientes, sin sospechar que tu día se podía poner más negro que el cielo. Al primer golpe de vista no te das cuenta, seguís de largo, pero algo te detiene; ahora lo lamentás, cuanto mejor hubiese sido mantener tu alma en la ignorancia. Volvés sobre tus pasos y te parece imposible, escuchás a alguien que también se detuvo incrédulo:"mirá quien es". Ya no quedan dudas, tu espontáneo compañero de desilusión lo confirma.
Que difícil todo, ya no importa su temor a los aviones, se destrozan los recuerdos de su fuerza titánica capaz de derrotar a los malos de un solo golpe, se diluyen sus infantiles peleas con aquel tierno loco, y la entrañable amistad con el señor del puro.
Ya no nos queda nada, exhibe orgulloso el delantal que tiene bordado su nombre, y se muestra dispuesto a vendernos la última mentira de llame ya!
Dude mucho en publicarlo, no sabía si era correcto hacerlos partícipes de este dolor, quizás era mejor permitirles continuar con sus vidas como si nada hubiese cambiado. Pero soy cobarde, y no soporto la tristeza en soledad....


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