una de árboles

El barrio está lleno de árboles todos iguales. Fueron plantados al tiempo que se construían las casas, también iguales. Hogares en cuotas por obra y gracia del estado hermoso. Créditos de Perón para los trabajadores. Para que los negros levanten el parquet y hagan asado. Miguel hace buenos asados; aunque nunca lo vi usar el parquet. Será porque no es peronista, si no lo querés hasta te puede parecer medio gorila cuando habla. Conocí hombres que citan elegantemente al General, y se escandalizarían de escuchar a este trabajador. Pero conozco a alguien muy peronista, y seguro se queda con Miguel, el que no habla de Perón.

un barrio donde los árboles eran todos iguales, árboles comunes parecían, árboles sin nombre. todas las veredas iguales, todos los jardines iguales, todas las casas iguales. otoños con todas las hojas igual de amarillas, igual de secas. brotes de primavera, de vida naciente, empezando verdes hojas, iguales a las hojas verdes de todos los árboles iguales. un sólo colectivo, de un sólo color, un sólo bondi, solamente una línea, un sólo número. 1114 el modelo de una sola marca, fileteados iguales, que recorren las mismas calles, las mismas mañanas, las mismas tardes, las mismas noches, en el mismo barrio. el que tiene los árboles iguales. creció creyéndolos sin nombre, árboles pobres, sin lugar en las clasificaciones, no preguntó. son árboles iguales, con eso alcanza. caminó grande, aprendió algo, todo tiene nombre, y esos árboles se llaman Fresnos.

Volvió al barrio de casas iguales, y los árboles ahí estaban, más grandes y más iguales que nunca, que siempre, que a veces. Los encontró señoriales, como si alguien ya les hubiese contado, pero no quiso darlo por hecho. Cuadra a cuadra, se detuvo en cada vereda, en cada jardín, y uno a uno se los fue contando. Tienen nombre, y no cualquier nombre. Fresno es un nombre delicioso, ya quisieran los gomeros llamarse tanto, se le nota la envidia a los palos borrachos, se deshace aquel sauce llorón al escuchar la noticia. Les quedan por delante una cantidad de ramas nuevas de Fresnos, hojas verdes de Fresnos, mates a la sombra de los Fresnos. En las veredas que ya no son tan iguales, de las casas distintas de aquel exclusivo barrio. Donde reinan los frondosos y cautivantes Fresnos.

3 comentarios:

  1. Me gusta, me gusta mucho. De hecho estoy googleando a los fresnos

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  2. El primer Karate Kid era de Fresno, California.

    Que grande, me hizo acordar al verano.

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  3. todos somos un poco fresnos, que bueno encontrar la diferencia en aquello que a simple vista parece tan igual.
    Que agradables imágenes despierta el relato!

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