suficientemente chico como para no tener idea de nada....disfrutalo fran

Los contemplé largo rato el día que tomé la fotografía, me quedé admirando.






Cuentan que un día San Agustín caminaba por la playa meditando el misterio de la santísima trinidad, trataba de comprender al dios uno y trino.
Encontró un niño en la orilla que había cavado un pequeño pozo en la arena, acarreaba agua salada y la metía allí dentro. Agustín lo miró sorprendido y le preguntó qué intentaba, el pequeño hombre le explicó seriamente que metería toda el agua del mar en aquel pozo.
San Agustín río con ganas y algo de ternura, sin querer lastimarlo le sugirió que aquella empresa era imposible. El niño lo miró a los ojos y le dijo: “Sabes que no puedo meter el mar en este pozo, pero pretendes algo aún más difícil: entender el misterio de la santísima trinidad”.
Inmediatamente el santo le pateó la cabeza, sacándole los ojitos de lugar; luego lo miró con desdén y continúo su camino de meditación y regocijo.

